Palabra de Jehová que vino a jeremías, diciendo: levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que hacia se echó a perder en sus manos; y volvió y la hizo otra vez vasija, según le pareció mejor hacerla.
Entonces vino a mi palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? Dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano en mi mano, oh casa de Israel. Jeremías 18:1-6
Jehová es el alfarero y el barro somos todos aquellos que hemos recibido salvación a través de Jesucristo, el trabaja en nosotros esculpiéndonos como el alfarero a la arcilla, para así lograr obtener el carácter y la imagen perfecta (El carácter y la imagen de Jesucristo), pero no todos logran obtener el carácter e imagen perfecta, es por ello, que Dios dice: si se echan a perder en mi mano la haré otra vez según me parezca mejor hacerla.
Se puede llegar a creer que existe una sola forma de obtener la perfección en Cristo Jesús y es por ello que se llegamos a cuestionar el parecer de Dios cuando pasamos por situaciones poco comunes y difíciles, sin embargo, debemos entender que Dios trabaja con cada cual de la forma más conveniente.
Job 9:10-12 Más antes, oh hombre, ¿Quién eres tú para que alterque con Dios? Dirá el vaso de barro al que lo formo: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? El hace cosas grandes e incomprensibles, y maravillas, sin número. He aquí que él pasara delante de mí, y yo no lo veré; pasara, y no entenderé, He aquí, arrebatara; ¿Quién le hará restituir? Quién le dirá: ¿Qué hacer?
Solo debemos dejar de cuestionar los designios que Dios tiene para nosotros y para nuestros semejantes, porque no está en nuestras manos decir al que nos formo como formarnos y cómo hacerlo con otros, el hace conforme a su voluntad y no conforme a nuestra voluntad, ya que solo Él sabe que es más conveniente para nosotros.
Si Jesús de Nazaret hijo de Dios nunca cuestiono al padre por la forma como había sido designado que pagase nuestro pecados, cuanto menos derecho tenemos de cuestionar a Dios por la forma como a de esculpir nuestro carácter e imagen, solo debemos decir al padre como el hijo nos enseño.
San Mateo 26:39… se postro sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.
“Solo debemos aceptar su voluntad, diciendo no sea lo que yo quiero sino como tú quieres padre”….
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